5.05.2009

tan dulce como un blues amargo

Mariano dice:
y si, hay que bajar las cosas a tierra
Ivanna dice:

Ivanna dice:
pero no sabés como me cuesta
Ivanna dice:
de a poco
Ivanna dice:
es increible
Ivanna dice:
cómo baja todo y se ensucia
Ivanna dice:
con el polvo del piso
Ivanna dice:
duele eso
Ivanna dice:
que estaba tan puro
Mariano dice:
y pero nada es tan puro, somos todos medio mugrosos
Ivanna dice:
sí, eso.
Ivanna dice:
qué pena
Ivanna dice:
mi fuego es puro
Ivanna dice:
me voy a tener que animar a ensuciarme.
Ivanna dice:
será eso.

Mariano dice:
y seguramente, yo diria que si
Ivanna dice:
ay, pero amo mi pureza
Mariano dice:
Bueno pero tu pureza es como un ideal, cuando la llevas a la practica es dificil que siga siendo asi
Ivanna dice:
pero será que mi verdad no es LA verdad
Ivanna dice:
y me cuesta renunciar a eso

(...)


Ivanna dice:
y cómo seguís viendo q vos crecés y el otro se queda y se queda
Ivanna dice:
y no podés hacer nada
Ivanna dice:
la pucha
Ivanna dice:
me pone re mal
Ivanna dice:
me acuerdo cuando aprendi el mito de la caverna de platon
Ivanna dice:
que yo decía
Ivanna dice:
PORQUE NO VUELVE Y LES AVISA A LOS DEMAS
Ivanna dice:
lo que vio
Ivanna dice:
y no, ahora entiendo por qué no

3 comentarios:

pezmurillo dijo...

En el mito de la caverna, el que sale vuelve y le avisa a los demás pero nadie le cree y lo tratan como un loco. Hasta dice Platón que si se intentara forzar la situación lo terminarían matando al que logró escapar.

Platón sí creía en La verdad. De hecho, el prisionero sale de la caverna para toparse con la naturaleza verdadera de las cosas. Con la Idea de Bien. Nada menos subjetivo que eso.
Pero bueno, es otra época. El problema de la nuestra es que cada vez creemos menos en algo "escondido", en cavernas y sus salidas. En Platón, al menos, hay salida. Ahora no habría de dónde- ni para qué- salir.

Lituma dijo...

La única salida de Platón El Oligarca y toda su manga de cómplices idealistas es la explotación del pueblo pobre y pisarles las cabezas desde donde elevaban sus iluminados humos intelectuales. Humos que eran pedos estilo Borges sobre la nada y el todo y el mundo y pudredumbes idealistas semejantes. El único barro es el del pueblo, el de la hermandad del hombre. Para Platón es uno, o unos pocos, los que ven la verdad y se salvan; algo similar que la idea de Nitchszche sobre la libertad y la moral, que le corresponden únicamente a las clases aristocráticas; ni que hablar de Borges y sus cuentos de terror sobre los cabecitas negras: los ignorantes ignotos seres inferiores dentro de la caverna -monos- que trabajan y corroen la piedra para que toda la manga de sucios tipos que huelen a tigre pero que se perfuman con perfume francés de Poe puedan decir y opinar sobre el mundo y el cielo y la concha de Dios. Esa es la única verdad revelada, que si hoy no tenemos misterio es porque lo velan quienes velan la explotación del hombre por el hombre y la desturcción de la naturaleza. Si vamos a despertar, despertemos. Tripa y corazón. Espero no haber sido demasaido áspero pero los volcanes adentro a veces se me descorchan.
saludos

conedulcorante dijo...

social más que áspera

yo hablo de una conciencia de sí

y atraviesa las clases sociales, me parece.